8 jul 2010

LAS FUENTES DEL ISLAM: EL CORÁN Y LA SUNNAH



El Islam aparece en la Península Arabe en la primera parte del siglo VII d.C., por la prédica del Profeta Muhammad (BP) , quien a lo largo de los 23 años que dura su misión deja instaurada una nueva religión que, no obstante, no se presenta como una novedad sino como la culminación natural de la profecía representada por los mensajeros divinos anteriores: Abraham, Moisés, los Profetas de Israel y Jesús (para mencionar sólo el tronco abrahámico).

Cuando el Profeta Muhammad (BP) abandona este mundo deja tras de sí dos tesoros de valor incalculable para los musulmanes: en primer lugar un Libro divino, el Sagrado Corán, que le fuera revelado versículo a versículo a lo largo de su misión, siendo memorizado y puesto por escrito mientras esto ocurría por sus discípulos y compañeros; y en segundo lugar lo que se conoce como su Sunnah (lit.: costumbre, práctica, uso, tradición), es decir, la enseñanza que el Profeta dio por sí mismo en multitud de cuestiones: su conducta personal, su forma de ser, sus dichos sabios, sus orientaciones espirituales y devocionales, su enseñanza y explicación (exégesis) de la revelación coránica, etc., etc.


Las tradiciones proféticas son una clave indispensable para la correcta comprensión del Corán, ya que el portador de la revelación, el Mensajero de Allah (B y P), es el único y más autorizado intérprete (autorizado por Allah) para enseñar y explicar los significados del Mensaje divino. Allah dice en el Corán: 

“E hicimos que descendiera a ti el Recuerdo para que pusieras en claro a los hombres lo que se les había revelado, y quizás así reflexionen.” (16:44)

Significa que la responsabilidad de determinar el verdadero significado de las aleyas del Corán está con el Profeta (B y P) y su explicación debe ser aceptada como válida y final.


Dijo Muhammad (que la paz y la misericordia de Allah sean con él) en el hadiz narrado por Al´Irbâd Ibn Sâriah:
«Porque quien viva después de mí verá muchas discrepancias. Por lo cual tomen mi Sunnah y la Sunnah de los califas rectos y guiados, aférrense a ella y adhiéranse a ella con los dientes y ¡Ay de ustedes con las innovaciones en los asuntos! Porque toda innovación es una bida´ah (herejía) y toda bid´ah es un extravío».
Compilado por Abû Dâûd (4607), At-Tirmidhî (2676) e Ibn Mâyah (43-44)

Los musulmanes distinguen claramente entre estas dos fuentes de la doctrina y la ley islámica (el Corán y la Sunnah) , pero si bien son sin duda dos entidades separadas, están tan estrechamente ligadas que no se puede concebir una sin la otra. Pues es a través de Muhammad (BP) que nos ha llegado el Corán, y él es la personificación más perfecta de la enseñanza revelada, por lo tanto es en su noble personalidad que encontramos la dimensión humana y cotidiana del Mensaje divino.

El Mensajero (que la paz y la misericordia de Allah sean con él), dijo:
«Aquel que deteste mi Sunnah no es de los míos»
Compilado por Al Bujâri (5063) y Muslim (1401).

La Sunnah del Profeta Muhammad (BP) se encuentra compilada en miles de tradiciones (árabe: hadîz, plural ahâdîz), reunidas en numerosas obras, algunas de las cuales constan de varios volúmenes cuya extensión supera largamente a la del Sagrado Corán. Los hadices refieren dichos, conductas, indicaciones, aprobaciones tácitas, etc., proferidas por el Profeta a lo largo de su vida como tal, y fueron recogidos por sus contemporáneos, sus Compañeros y discípulos, y transmitidos a las generaciones futuras.

Dijo el Mensajero (que la paz y la misericordia de Allah sean con él):
«Les he dejado algo con lo que no se extraviarán jamás si se aferran a él; el Libro de Allah y la Sunnah de Su Profeta»
Narrado por Al Hâkim en su Mustadrak (1/93)

En los 23 años de la misión profética los compañeros del Mensajero de Allah (BP) lo frecuentaron asiduamente y lo vieron actuar en todos los ámbitos imaginables: como hombre, con su familia e hijos, como gobernante de la comunidad islámica, como juez en los litigios, como comandante en las expediciones militares, como maestro espiritual designado para perfeccionar la conducta humana, en suma: Como hombre ejemplar. No existe una literatura tan extensa y detallada sobre ninguno de los Profetas anteriores y fundadores de grandes religiones, lo cual confirma su trascendencia como Sello de la Profecía, el modelo por excelencia del hombre más completo que ha existido.

Los sabios musulmanes están de acuerdo en que la Sunnah, recogida en las colecciones de hadices, constituye la segunda fuente del Islam en importancia, en lo que hace a definir la doctrina y la ley en todos sus aspectos. De ahí que su estudio sea esencial para comprender el Islam en forma completa.






Fuentes: 

Traducción al Idioma Español de Sahih Muslim
www.viveislam.org/.../c2bfQue-es-la-Sunnah.aspx

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