Alabado Sea Allah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Allah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Quien invita a otros al sendero de Allah es de las personas más cercanas a Allah nuestro Señor. Además, la comunidad musulmana está de acuerdo sobre la importancia de propagar el Islam e invitar a las personas hacia Allah; para muchos incluso esto es una obligación sobre los musulmanes y nosotros estamos de acuerdo con ellos en que es una obligación aconsejar lo que es bueno y prohibir lo que es malo, y difundir la castidad y luchar contra la inmoralidad, educar a la gente, recordarles y aconsejarlos.
Por lo tanto, no cabe duda de que quien invita al camino de Allah es elegido y está entre las mejores de Sus criaturas. Él ama a Allah, Le responde y llama a la gente hacia Él, como consecuencia Allah lo Ama. Es por eso que Allah Dice (lo que se interpreta en español): {Quién puede expresar palabras más bellas que aquel que exhorta a los hombres a creer en Allah, obra rectamente y dice: ¡Ciertamente me cuento entre quienes se someten a Allah!} [Corán 41:33]
Al Hasan Al Basri, que Allah le Dé Su perdón, dijo luego de recitar el verso antes mencionado: “Este es el amado para Allah, este es el Wali de Allah, que significa que es apoyado y amado por Allah. Este es el escogido de Allah, este es el mejor de los predicadores para Allah, este es el más querido de los habitantes de la tierra para Allah. Él respondió a Allah y llamó a las personas hacia Allah, y actuaba virtuosamente mientras respondía y llamaba, y decía: ‘Yo soy de los musulmanes’ (es decir, de los que se someten a Allah)”.
Para lograr este nivel es necesario que el musulmán misionero o propagador que busca la recompensa de Allah, esté consciente de los siguientes temas para que la misión sea fructífera:
Ser sincero en el objetivo y la intención. La sinceridad es la primera de todas las obras y ciertamente la más importante de todas, es el fundamento para todas las otras obras, es la esencia del Islam y uno de los temas principales sobre los que los Profetas exhortaban a las personas. Dice Allah (lo que se interpreta en español): {Y se les había ordenado [en sus legislaciones] que adoraran a Allah con sinceridad, fuesen monoteístas, realizaran la oración y pagaran el Zakat, pues esa es la verdadera religión.} [Corán 98:5] La sinceridad es la esencia de la adoración. el Imam Ibn Hazem, que Allah le Dé Su perdón, dijo: “La relación entre la sinceridad y las obras es como la que existe entre el alma y el cuerpo”.
La sinceridad es el fundamento sobre el que las obras son aceptadas o rechazadas, y por eso es la causa del éxito final o el fracaso. La sinceridad es el camino que lleva al Infierno para aquellos que no la poseen, y es el camino hacia el Paraíso para quienes pueden conseguirla.
Quienes cumplen con el monoteísmo islámico son sinceros y su definición islámica es, como dijo el Imam Ibn Al Qaiem: “…Tener solo (la complacencia de) Allah en nuestra intención mientras realizamos actos de obediencia”.
El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Las obras son según las intenciones”. Esta es una de las más importantes narraciones proféticas.
Por otro lado, quienes realizan obras para así ser vistos por los demás, son despreciados por Allah y se les ha prometido el castigo, como Dice Allah (lo que se interpreta en español): {Quien desee la vida mundanal y sus placeres solamente, se los concederemos y no será defraudado. Éstos son quienes no tendrán en la otra vida sino el castigo del Infierno…} [Corán 11:15-16]
Por lo tanto, el predicador o misionero musulmán no predica para obtener un beneficio personal, ya sea para él mismo, para su gente, su tribu o grupo; pues de ser así no tendrá ninguna recompensa.
Ser bondadoso mientras se predica a las personas: Quien sigue el ejemplo del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, utilizará los medios apropiados que lo llevarán al logro de su objetivo. Allah Dirigió al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, Diciendo (lo que se interpreta en español): {Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras. Arguméntales de la mejor manera…} [Corán 16:125] Algunas personas que son invitadas al camino de Allah son buenas por naturaleza, si reconocen la verdad se apegan a ella. Ellos están sedientos y ansiosos, y tan pronto como uno les muestra la verdad se apresuran hacia ella. Tal persona debe ser invitada con sabiduría.
Respecto al método de llamar a las personas, Allah Dice en el verso antes citado (que se interpreta en español): {Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras. Arguméntales de la mejor manera…} [Corán 16:125] Por tanto, no debemos ser agresivos y rudos en la forma de invitar a las personas al Islam, sino que debemos usar palabras suaves, para que así ellos cedan ante nuestras instrucciones y presten atención a nuestras palabras. Allah nos Ordena ser de esta menera incluso conlos incrédulos, cuando Dice (lo que se interpreta en español): {No discutáis con la Gente del Libro [acerca de vuestra fe] sino de buen modo, y no lo hagáis con quienes sean irrespetuosos…} [Corán 29:46]
En nuestra era, la sabiduría, las palabras suaves y la bondad al invitar a las personas al camino de Allah son especielamente importantes. Esto, por supuesto, es requerido en todas las situaciones, pero en un perdiodo en el que la ignorancia y la sumisión a los deseos ha aplastado a las masas, esto se hace aún más esencial. Cierta vez, un erudito se presentó ante un califa ‘Abbasi y dijo: “Te amonestaré de manera ruda, así que escucha”. Al escuchar esto, el califa dijo: “¡Oh, hermano! Sé gentil, porque no soy peor que el Faraón y tú no eres mejor que Musa (Moisés), a quien Allah dirigió junto con su hermano Harun (Arón), Diciendo (lo que se interpreta en español): {Y habladle cortésmente, para que así recapacite o tema a Allah y se arrepienta. } [Corán 20:44]
Además, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Quien está desprovisto de gentileza y paciencia, está privado de una gran bondad”. ‘A’ishah, que Allah Esté complacido con ella, reportó que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Siempre que la paciencia se agrega a algo, lo adorna; y siempre que es retirada de algo, lo deja defectuoso”. [Muslim]
El musulmán debe ser amable y no ser demasiado estricto con los demás, y sobre todo no ser severo. El Mensajero de Allah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo:
“La amabilidad embellece todos los asuntos, y la ausencia de la misma los estropea”. (Muslim)
La diferencia entre murmurar y aconsejar es que la intención detrás de aconsejar es protejer a los Musulmanes en contra de un innovador o alguien que provoque fitnah (prueba y conflicto) para él o de alguno que lo engañará o lo corromperá.
Así, usted le mencionará a esta persona acerca de lo que es necesario (de aquellas cosas que mencionamos anteriormente y otros asuntos similares), si hay entre él y el otro algún tipo de afiliación o transacción de negocio o cualquier participación con él.
Como el Mensajero (Salla Allahu 'alaihi wa salam) le dijo a Fatimah Bint Qays (radhiaAllahu anha) cuando se acercó a él en busca de consejo de matrimonio respecto a Mu'awiyyah (Ibn Abi Sufyaan) o Abu Jahm (radiyAllaahu 'anhu), por lo que él, salla Allahu 'alaihi, le dijo: "En cuanto a Mu'awiyyah entonces él es un hombre pobre y en cuanto a Abu Jahm él es un hombre que golpea a sus mujeres" (Sahih Muslim)
Y algunos de los compañeros (de Abu Jahm) solían aconsejar a aquellos que viajaban con él, "Tened cuidado con él al salir de su tierra (es decir, donde él es conocido)" (es decir, cuidado de darlo a él en matrimonio debido a que él fue conocido por golpear a sus mujeres).
Por lo tanto, si la murmuración ocurre de una manera que el consejo es por la complacencia de Allah y amando la sunnah de Su mensajero, salla Allahu 'alaihi wa Salam y por amor a Sus siervos de entre los Musulmanes, entonces esto es un medio de acercarse a Allah y de obtener Hassanaat (actos piadosos). Y si toma lugar de una forma que es para humillar a su hermano o denigrar su honor, para comer y morder de su carne y para disminuir su lugar en los corazones de la gente entonces es una enfermedad que es incurable y sus buenas acciones se queman al igual que el fuego quema hasta la madera.
Se permite hablar directamente a una persona y decirle sus faltas, aconsejar a la persona y reprenderla, para que desista de cometer algún pecado. Debería ser hecho de un modo amable y cortés para que el consejo sea aceptado. Si es hecho de un modo denigrante, pretendiendo avergonzarlo, insultarlo y exponerlo ante la gente, etcétera, entonces esto no se permite. [Veredicto emitido por el consejo permanente de sabios jurisprudentes (Fataawaa al-Laynah al-Daa’imah), 12/342]
El Profeta Muhammad (salla Allahu 'alaihi wa Salam) dijo: “Aquel de ustedes que vea una mala acción, que la cambie con su mano; si no puede, que lo haga con su palabra; y si no puede hacer esto, que la rechace en su corazón, y esta es la parte más débil de la fe”. (Muslim)
Algunos de los sabios más conocidos, si daban una opinión legal solían decir: “esta es mi opinión, pero si alguien tiene una opinión mejor, la aceptaré”.
El gran sabio Ash-Shafi’i solía reiterar este significado, aconsejándoles a sus compañeros seguir la verdad y aceptar la Sunnah cuando les fuera evidente, aunque fuera contra su opinión personal, y arrojar su opinión contra una pared.
Solía escribir en sus libros: “Evidentemente alguna de mis opiniones contradecirá el Corán o la Sunnah, ya que Allah dice en su libro: “¿Acaso no reflexionan en el Corán y sus significados? Si no procediera de Allah habrían encontrado en él numerosas contradicciones”. (4:82). Y transmiten aún mejor el significado estas palabras suyas:“Cuando discutía con alguien jamás me importó si la verdad se manifestaba en sus palabras o en las mías”.
Esto demuestra que su objetivo era solamente que la verdad quedara en claro, aún cuando fuese en las palabras de su contrincante en el debate. Quien tenga esta posición no se ofende porque rechacen su opinión al comprender que su opinión era contraria a la Sunnah, ya sea en esta vida o después de la muerte.
Por lo tanto, la refutación de las afirmaciones débiles, para clarificar la verdad mencionando las pruebas legales del Corán y la Sunnah no es algo que desaprueben los sabios, sino que por el contrario, siempre elogiaron a quien lo hacía, por lo tanto, no se considera gibah en absoluto.
Suponiendo que a alguien no le guste que su error sea evidenciado, no se debe prestar atención a su posición, porque es obligación del musulmán amar evidenciar la verdad y que los musulmanes la conozcan, ya sea la persona que refute de su grupo o un opositor a él. Eso es el Din tal como fue mencionado por el Mensajero de Allah, salla Allahu 'alaihi wa Salam.
Sin embargo, aquellos que han tenido la intención, a través de su refutación, de menospreciar, deshonrar y sacar a la luz los defectos del refutado, entonces esta persona merece ser reprendida para que él, y los que actúen de igual manera, dejen de cometer actos prohibidos tan bajos. En esta situación, es alguien que piensa mal del inocente de una forma ilícita, y es el tipo de sospechas prohibidas por Allah y su Mensajero, según las palabras de Allah: “Quien cometa una falta o un delito y acuse de ello a un inocente, cargará con su calumnia y un pecado evidente” (4:112).
Los malos pensamientos y las dudas sobre alguien que no muestra signos de necesitarlo es algo que Allah y su Mensajero han prohibido. La persona que duda no solo ha pecado y difamado, sino que además comete el pecado de acusar a un inocente basado simplemente en una duda o sospecha.
Pero aquella persona que no manifiesta signos de malas intenciones, uno tiene la obligación de que sus palabras sean tomadas de la mejor manera posible, pues no está permitido sospechar maliciosamente sobre él. Se ha registrado que ‘Umar dijo: “No pienses mal de las palabras dichas por tu hermano musulmán mientras puedas excusarlas de alguna manera”.
Al decirle a un hermano musulmán en su cara lo que no le agrada, si se hace en forma de consejo, es bueno. Si alguien le señala un defecto a su hermano para que así pueda evitarlo, entonces corresponde que el que es informado se disculpe si tiene un motivo. En cambio, si se hace sólo para criticarlo por sus pecados, es condenable.
En At-Tirmidhi y otros se narra que el Profeta dijo: “Todo aquel que condene a su hermano por un pecado no morirá hasta cometerlo él mismo”. Este hadiz se aplica al pecado del que la persona se arrepiente pero es criticado por alguna persona. Al-Fudail dijo: “El creyente cubre y aconseja, y el insolente deshonra y condena”. Lo que Al-Fudail mencionó es la diferencia entre el consejo y la condena. El consejo se asocia con la protección y el cobijo, mientras que la condena se asocia con condenar públicamente.
Se ha dicho también: “El que da órdenes a su hermano delante de todos, lo ha condenado publicamente".
Allah describe aquí al creyente con la paciencia y misericordia mutua: "Muhammad es el Mensajero de Allah. [Los creyentes] Quienes están con él son severos con los incrédulos, pero misericordiosos entre ellos. Los verás [¡Oh, Muhammad! rezando] inclinados y prosternados, procurando la misericordia de Allah y Su complacencia. En sus rostros están marcadas las huellas de la prosternación; así están descritos en la Torá. Y en el Evangelio se los compara con una semilla que germina, brota, se fortalece, cobra grosor y se afirma en su tallo, causando alegría a los sembradores. Esto es lo que Allah ha hecho con los creyentes para enfurecer a los incrédulos. Ciertamente Allah ha prometido perdonar y retribuir con una grandiosa recompensa a quienes crean y obren rectamente."
Qué gran diferencia hay entre aquel cuyo objetivo es dar consejo sincero (nasiha) y aquel que tiene como meta deshonrar (fadiha). Quien no pueda diferenciarlos no está en su sano juicio.